Las divergencias teóricas que se han suscitado entre los diferentes esquemas del delito han estado condicionadas por paradigmas epistemológicos distintos; de tal forma que es posible predicar una honda y abismal diferencia entre los esquemas de base ontologicista y el esquema funcional actual fundado en el normativismo. Empero, antes de la formulación explicita del nuevo paradigma existía ya una tendencia hacia la normativización. Lo cierto es que no es posible propender por una dogmática jurídico penal que prescinda totalmente de la realidad fáctica, ya que, desde el punto de vista de la teoría de la imputación objetiva, la causalidad, relación a la cual se le aplican los criterios normativos del derecho penal y de la sociedad, constituye un requisito indispensable para la determinación de la tipicidad en los delitos de resultado.