Descripción
Este artículo se centra en el análisis del hispanismo como una corriente que en diferentes niveles se articuló con los proyectos de nación en Colombia y México durante el periodo comprendido entre 1886 a 1921. Así mismo, muestra cómo en el caso colombiano dicha articulación logró consolidar un proyecto cultural nacional tradicional y conservador cuyos principales referentes fueron tomados de la tradición hispánica. En contraste, en México, tras el triunfo de la Revolución, la relativa aceptación que el hispanismo había tenido durante el porfiriato fue radicalmente negado para, en su lugar, refundar la nación sobre la base de los valores de uno de los principales actores del proceso revolucionario: el pueblo. La centralidad de la cultura popular y la interpretación que de ella hicieron los intelectuales y artistas patrocinados por el Estado consolidaron un proyecto cultural nacionalista y revolucionario.