A mediados del siglo XIX surge una ética empresarial como respuesta a las faltas que cometían las empresas por no tener en cuenta la parte moral y ética, pues las grandes corporaciones no demostraban simpatía ni respeto por el medio ambiente cometiendo innumerables casos de atropello. Ya en el siglo XX surgen las primeras grandes empresas con diferencias significativas con las pequeñas compañías tradicionales y rudimentarias por cuanto se plantean las primeras reflexiones éticas sobre las actuaciones que realizaba la empresa y la repercusión de sus decisiones en la sociedad dando origen al término Responsabilidad Social de la Empresa (RSE).