La noción de malditismo a sido utilizada de manera perezosa por parte de cierta crítica para describir las obras de poetas reconocidos por sus vidas sombrías. Dicho reconocimiento muchas veces se termina sobreponiendo, al momento de hacer la lectura, sobre la obra misma, por lo que ésta es leída en base a lo primero. Este trabajo de grado analiza el termino de poeta maldito desde sus orígenes en Verlaine, y la manera como el mismo es asociado a los poetas que escriben desde la marginalidad, quienes hablan desde la abyección.
De la misma manera se hace una relectura a la obra de Raúl Gómez Jattin y se la analiza desde los términos de una Primavera (en terminos de Botticelli), resignificada, como una poética "self-centred" que busca alcanzar al mundo como lo alcanzan las ramas de un árbol, a través de el eros entendido como un ethos. Es aquí que se evidencia que hay malditismo en la obra de Gómez Jattin, pero él, como tal, no es un poeta maldito.