¿Será posible que unos estudiantes de Bacteriología —ellos y ellas en su mayoría— comprendan el fenómeno novelístico contemporáneo? ¿Y si lo comprendieran, podrían llegar a interesarse verdaderamente en la lectura de esta novela nueva? ¿Hay un enfoque distinto de la literatura que pueda aplicarse a la enseñanza de esta disciplina en las facultades no humanísticas? El presente artículo trata de ser una respuesta a las preguntas anteriores.