El arte eclesiástico nació a pesar de la Iglesia En el Antiguo Testamento aparece una expresa prohibición de hacer imágenes del Señor, hecha por el Señor mismo a su pueblo elegido (1). Es probable que esta advertencia sea la raíz más honda del largo problema planteado a la religión de Cristo respecto del arte, y sobre todo del arte imaginal, caballo de batalla para la jerarquía de los primeros siglos.