Carboter: al interior no es un retrato icónico, es la construcción del espacio sonoro y visual que mi Pá habitaba. En este trabajo invoco y siento su presencia ausente usando materiales que él manipulaba: carbón, madera y herramientas, que se distinguen por su olor. El carbón, especialmente, me recuerda esos abrazos colgándome de su cuello después de sus viajes; la madera tiene un olor especial: huele a campo, su lugar favorito; y las herramientas (martillo, pica, casco o botas sucias) son los objetos que utilizaba y que ahora soy yo quien los usa en un esfuerzo por retratarlo a él con mis propias acciones. No me importa sudar, demandarme físicamente —esos palos de la mina pesan mucho—, quiero retarme, en el fondo sé que quiero ser como él. Tal vez así se cumpla mi destino y su espectro me acompañe por siempre.