La mezcla entre razas jugó un papel importante en la creación de una población de castas en la América española. Los esfuerzos de la Corona y de la Iglesia para evitar dicha mezcla no surtieron efecto. Los españoles, los indígenas y los africanos interactuaron sexualmente a lo largo del tiempo, lo cual dio como resultado una variedad de razas. Esto fortaleció la formación de numerosas clases de personas libres con ancestros africanos. Sus lazos inter-raciales durante la Colonia fueron constantes, si los dueños de esclavos no legitimaban las relaciones con sus esclavas, con mujeres libres, negras y mulatas, mantenían lazos de “concubinato”, algunos de los cuales eran bastante fuertes y duraderos.