Descripción
“¿Por qué pensar que las imágenes cinematográficas deben constituir símbolos por descifrar sólo de modo unívoco por todos? El inconsciente del espectador debe tener la posibilidad de reaccionar libremente, así como reacciona libremente su parte consiente. Lo importante es reconocer, con las imágenes y a través de las imágenes, las precisiones más urgentes y misteriosas que viven dentro de nosotros y que varían según nuestra evolución personal, nuestros intereses, nuestros dramas individuales. El símbolo es tal en cuanto habla a cada uno de nosotros de modo distinto, pero nosotros debemos poseer la facultad e descubrir qué catástrofe destructora nos amenaza y qué muros están por caer en nuestro interior. El director italiano Federico Fellini, a quien corresponde estas palabras, es enemigo declarado de explicar sus propias películas, con el fin de no condicionar la percepción de los espectadores. Fellini suele burlarse despreciativamente de las interpretaciones que los críticos hacen de sus obras; niega los símbolos y se complace en afirmar que muchos elementos están en sus películas solamente por gusto o por tomar del pelo al espectador. De acuerdo… pero por qué rinoceronte y no un loro o un helicóptero?, por qué Snaporaz se pierde en un bosque, ¿de Venus? Y no en el mar o en una autopista? Si bien es cierto que en el cine como en todas las artes los símbolos están dotados de una riqueza de significaciones que permiten tantas lecturas como espectadores también es cierto que la obra cinematográfica es un objeto de análisis que exige y provoca una explicación menos especulativa que la de la intuición personal; con todo, ésta también juega un papel no desechable.