En un evento cultural en la ciudad de Medellín a principios del año 2000, llamado Noche de luna llena en el cementerio de San Pedro en la ciudad, se descubrió un fenómeno de expresión cultural de la fe popular. Como en la mayoría de los paisas existe un orgullo absoluto por todo lo que nace en medio de su cultura y en este caso, y frente a muchos pronósticos, nació allí, en medio de la excentricidad y el mal gusto, un interés por el culto a los muertos en este escenario, el de un cementerio.