La trasmisión de la eucaristía por televisión plantea variados interrogantes. ¿La vivencia sacramental podría tener una extensión visual a través de la pantalla, de la que se derivaría una cierta eficacia? ¿Cuáles son las profundas raíces del mirar teológico y sacramental? ¿Se puede encontrar justificación pastoral para continuar trasmitiendo una acción sacramental a distancia? Éstas y otras cuestiones, que han brotado de una práctica pastoral televisiva a lo largo de casi veinte años, se plantean en estas consideraciones.