Partiendo de una serie de similitudes en mi proceso como dibujante y escalador, busco aproximarme al dibujo con una mentalidad que se debe tener al momento de escalar: seguridad en los movimientos, respiración lenta, conciencia kinestésica.
Para realizar esto, me traslado a un farallón cercano al municipio de Tocancipá, Cundinamarca, llamado “ El Abra” ; y vivo allí durante cuatro semanas, dedicado únicamente a dibujar y escalar la roca. A partir de esta experiencia, y la incomodidad que trae en mi vida cotidiana, planteo una exposición de dibujos.