Rosario Castellanos escribe su novela Balún-Canán desde la evocación de la cosmogonía mesoamericana. Lo anterior permite argumentar que la composición narrativa de la obra y la confrontación entre el sistema de personajes están determinadas por artefactos de la memoria indígena como: el título de la novela, el relato mítico, la toponimia y topofilia de los espacios diegéticos y aspectos de la naturaleza que en el relato funcionan como símbolos literarios. El concepto de memoria, entendido desde Joél Candau como la facultad que permite acudir al pasado y significar los recursos del mismo, se asume en este análisis como eje transversal del proyecto narrativo de la escritora mexicana.