Históricamente, las administraciones distritales de Bogotá han mostrado interés en propiciar el mejoramiento de zonas centrales de la ciudad con un alto grado de deterioro a través de la renovación urbana de estas piezas. Sin embargo, desde la ampliación de la carrera 10 en los inicios de la modernidad, parece que los barrios circundantes a lo que alguna vez fue el barrio Santa Isabel (hoy parque tercer milenio) han entrado en un paradigma de renovaciones urbanas fragmentadas y desarticuladas en donde las propuestas urbanas parecen limitarse al re-desarrollo de partes específicas de ciudad, lo que hace inevitable pensar en la condición de tabula rasa en las áreas urbanas a “renovar”.
La pieza del anillo sur-occidental del centro de Bogotá permite entender las consecuencias de la renovación urbana aplicada según el paradigma explicado puesto que actualmente el territorio junto con sus dinámicas y problemática ya es producto de una serie de intervenciones y aún en la actualidad está siendo intervenido bajo la aplicación del mismo concepto. Proyectos como el Centro de comercio internacional de San Victorino, Ministerios, Bronx distrito creativo, la renovación del barrio San Bernardo y el Hospital San Juan de Dios dan cuenta de esto y permiten analizar desde un punto de vista crítico la pertinencia de las acciones urbanas realizadas y en ejecución sobre el territorio.
Este proyecto se articula con uno de los temas centrales del nuevo POT 2022-2035 abriendo una puerta para re-pensar el paradigma de la renovación urbana como un proceso que si permite recuperar el tejido urbano deteriorado a partir de actuaciones urbanas de gran escala complementándolo con actuaciones de menor nivel pero que impactan directamente a la regeneración del tejido social y edificado del sector.
El análisis y diagnóstico de las localidades que confluyen en este sector (los mártires, la candelaria y Santafé) junto con el análisis minucioso de los valores intrínsecos al paisaje urbano histórico y al paisaje cultural permitieron diseñar una propuesta desde la construcción colectiva y participativa. Escuchando y entendiendo las necesidades de unos grupos poblacionales que se han visto afectados directamente por los procesos de renovación urbana a lo largo de los años. Y debatiendo, estudiando y conociendo las propuestas de renovación urbana estructuradas por actores externos como la Empresa de Renovación Urbana (ERU).