Dentro de la tradición judía, el Shabat es considerado como el sagrado séptimo día de la semana, que –según la Torá– ha de ser celebrado con la abstención de cualquier clase de trabajo. No se trata simplemente de realizar una pausa en las labores cotidianas, sino de una oportunidad para reencontrarse con el Dios creador y reconocer su grandeza. En el presente artículo, se realiza una interpretación ecológica del Shabat, al presentar este día como una estrategia de Dios que apunta a la salvaguarda de toda su creación.