El bajo eléctrico es principalmente un instrumento acompañante y miembro principal de la sección rítmica de los ensambles modernos. Gracias al desarrollo que éste ha tenido a través de la incorporación de nuevas tecnologías en su construcción y técnicas interpretativas novedosas, surgidas a través de la exploración y versatilidad a la cual han llegado muchos intérpretes de este instrumento, se ha podido avanzar de forma muy significativa en cuanto a registro, timbre, efectos, digitación y sonido, entre otros, teniendo en cuenta también las características físicas del mismo, las cuales difieren en muchos aspectos de su antecesor: el contrabajo. Esto ha tenido como consecuencia que se desarrollen nuevas alternativas en cuanto a interpretación, tipos de acompañamiento, efectos, que con el contrabajo sería casi imposible de lograr.