A propósito de la reciente encíclica, el autor aboga por una transformacióndecisiva del contexto metodológico que enmarca las relaciones entre filosofía yteología. El suelo comtín de la experiencia y la conversión religiosa, entendidascomo profundas vivencias personales y comunitarias de un amor irrestricto eincondicionado a Dios, ha de sustituir al contexto clasicista abstracto de la razóny de la fe.