Diseñar espacios de trabajo para fomentar el desarrollo de tareas creativas es una práctica que viene tomando fuerza durante los últimos años. La construcción de salas y espacios diferenciales que buscan inspirar la creatividad y productividad o mejorar el ambiente laboral, se han presentando como casos de éxito en compañías de tecnología, creatividad y comunicaciones. Esta iniciativa ha generado que más organizaciones busquen implementar ambientes empresariales similares, con el objeto de obtener resultados de productividad, creatividad y ambiente laboral parecidos a los conseguidos por compañías como Google. El objetivo de la presente investigación consiste en establecer si los espacios influyen o no en el desempeño de las habilidades creativas y de forma paralela, se pretende entender la relación existente con el proceso creativo, la influencia de la capacitación en creatividad en dichos lugares y la relación entre la autopercepción y el desempeño en creatividad. A través de un experimento de tipo mixto (observacional), se analizó cómo inciden los espacios de trabajo con características tradicionales y no tradicionales, en el desempeño de habilidades creativas como la fluidez , flexibilidad, originalidad y elaboración de ideas en estudiantes universitarios, utilizando una evaluación del nivel de creatividad figurativa y verbal. Luego de realizar el análisis de los datos estadísticos, basados en los resultados del test de Torrance (1965), aplicado a un grupo de 120 estudiantes de la Universidad Javeriana (Sede Bogotá), se encontró que el espacio no tradicional sólo es determinante en la medida en que haya exposición recurrente al mismo, obteniendo entonces un mejor desempeño creativo, representado en mayor fluidez para generar ideas, mejor nivel de detalle al plasmarlas, abordar diferentes perspectivas y la posibilidad de plantear ideas diferentes al común.