El trabajo de investigación y diseño debe ser una crítica de la fragmentación, en términos espaciales y operativos. El diseño de la infraestructura es visto como la columna vertebral de la ciudad y el terreno para definir un nuevo lenguaje urbano o 'moderno vernáculo', término que se concibe como un enfoque arquitectónico y urbano para la sostenibilidad social y ambiental de las ciudades globales. A partir de este nuevo lenguaje urbano, la continuidad aparece como el concepto clave para darle forma al proyecto e ideales a su urbanismo. La continuidad expresada en espacios urbanos, elementos arquitectónicos, procesos sociales e historia es crucial para el diseño que no proporciona "la solución" a la ciudad global; pero es el resultado de un cuestionamiento constante de la forma en que pueden estudiarse y diseñarse desde un punto de vista arquitectónico y urbano.