La participación y articulación de los pequeños productores de arroz en el mercado constituye un mecanismo fundamental para mejorar sus medios de vida. Por tanto, la presente investigación busca entender cuáles son los factores independientes del precio que inciden sobre la probabilidad de participar en el mercado como vendedor de arroz dentro del contexto boliviano, y una vez se ha decidido participar, identificar potenciales determinantes que favorecen o limitan la decisión de cuánto vender, la cual ha sido medida a través de la cantidad destinada a las ventas (intensidad de participación). Para ello, se utilizó un modelo double hurdle con datos de corte transversal recolectados entre mayo y julio de 2013, a 462 familias de pequeños productores de arroz ubicados en las zonas más representativas para la producción de este cultivo: Santa Cruz, Beni y Cochabamba. Los resultados muestran que el área de la finca (que permite crear excedentes de producción) y la pertenencia a organizaciones de productores (cuyo acceso podría ayudar a reducir los costos de transacción) incrementan significativamente tanto la probabilidad de participar en el mercado como la intensidad de participación. Así mismo, obtener créditos, el uso de prácticas mejoradas como la fertilización o la implementación algún tipo de mecanización en el cultivo también son factores que favorecen la participación en el mercado. En general, en Bolivia, existe un evidente atraso tecnológico del sector arrocero, por tanto, se identifican tres factores clave en los que se puede hacer énfasis para estimular la vinculación de productores en la comercialización de arroz: el acceso a crédito y el uso de prácticas mejoradas (como uso de fertilizante, mecanización y uso de variedades modernas) y la formación efectiva de grupos de productores (más allá de intereses políticos). Este último aspecto es crucial ya que los grupos de productores pueden ser un mecanismo para facilitar la transferencia de tecnología que permita alcanzar mejores volúmenes de producción, facilitar un adecuado almacenamiento del arroz cosechado (evitando pérdidas) y mejorar el poder de negociación de sus productores.