El propósito del artículo presente es el de construir una reflexión crítica alrededor de algunas ideas que Aristóteles y Foucault plantean en sus respectivas obras Ética Nicomáquea y Ética del cuidado de sí como práctica de la libertad. Se busca evidenciar un giro en la filosofía detrás del ejercicio del poder político, desde una que justifica y ampara la intervención estatal en la esfera privada de las personas, hasta los postulados contemporáneos del liberalismo y la necesaria apuesta por la autonomía en todo lo que refiere a los hábitos de los ciudadanos que no interfieren con intereses jurídicos ajenos.