En el presente trabajo analicé las prácticas que se desarrollan en la cocina regional y que se construyen por medio de la memoria gustativa de los panamazónicos que viven lejos de Leticia y la triple frontera, y cómo ello influye en su construcción y refuerzo identitario. La investigación parte desde una base teórica proporcionada por la antropología de la alimentación y contextos de migración en el sentido de cambio de lugar y en un intercambio cultural. La remesa y la cocina regional son el eje central de la investigación. Lo que se pretende demostrar es que, objetos materiales, con significados simbólicos, contribuyen para la construcción identitaria de jóvenes que se ven en la necesidad de dejar su tierra natal (para fines académicos o laborales) y adaptarse no solo a un estilo de vida distinto y a una culinaria diferente. La familia, por medio de las remesas, que funcionan como cordones umbilicales, acercan a sus hijos a ese territorio y contribuyen a que no olviden sus orígenes. Esas remesas están constituidas por alimentos y recetas típicas familiares, ingredientes que han permitido crear una regionalidad en la ciudad de Leticia. El objetivo es dar un panorama distinto a las ciudades y personas que viven en la región amazónica, con la intención de mostrar las prácticas y los saberes y cómo contribuyen a fenómenos sociales que enmarcan procesos individuales y colectivos. Finalmente, pretendo dar cuenta de la construcción de identidad teniendo en cuenta el contexto fronterizo. Con el objetivo de contribuir a una mejor comprensión de cómo las identidades se construyen a través del alimento (a nivel individual y nacional), considerando el papel la memoria y la creación de lazos afectivos y de reciprocidad en situaciones translocales.