dc.description.abstract | El carácter en el que se circunscribe el título de esta monografía: Volver a Casa. Hermenéutica de la propia vida desde Lc 15,11-32, implica aceptar la condición de ser humano que recorre un camino: se marcha lejos de la casa del Padre, experimenta su peregrinación hacia el mundo trascendente de su existencia y regresa al Padre. Relación (padre misericordioso–hijo pecador) que motivó la realización de una travesía personal, donde siendo selectiva, la autora transitó por ese camino de alejamiento y retorno en el que buscó hacer perceptible la relación Dios-ser humano. Un camino que se soportó en tres trinomios: pecado-culpa-desierto (primer capítulo), arrepentimiento- discernimiento-conversión (segundo capítulo) y, humildad-perdón-misericordia (tercer capítulo). Categorías que se convirtieron en clave de lectura e hilo conductor para soportar la hazaña de la narración autobiográfica de la autora, como telón de fondo del procedimiento expositivo del método pastoral de la teología latinoamericana, “Revisión de vida, RdV, en sus tres momentos: ver-juzgar-actuar.
Un ver donde el pecado, la culpa y el desierto vividos al alejarse de la casa del Padre, pidió ser samaritano; un juzgar cristiano donde el arrepentimiento, la conversión y el discernimiento condujeron a la peregrinación hacia su mundo trascendente; y, un actuar con humildad que permitió experimentar el perdón y la misericordia de Dios y que se convirtió en testimonio y evangelio. Categorías que no fueron resignificadas, sino que ganaron sentido en la experiencia de la autora. Este método requirió ser enriquecido a partir de dos elementos: el fenomenológico y el hermenéutico, que permitieran lograr una mayor interacción entre los tres momentos. Elementos brindados a través del método antropológico-trascendental de Karl Rahner y, el proceso hermenéutico de la Parábola del Hijo Pródigo, en sus etapas de contextualización literaria e histórica y su significación teológica y actualizante.
El primero, yació en el fondo de todo el proceso hermenéutico de ida y vuelta de esta monografía, como “camino de lectura teológica del mundo y de la praxis histórica del cristiano”. Una reflexión filosófica que enriqueció la profundidad y sentido de cada uno de los momentos de la RdV. Una manera de proceder racionalmente que se convirtió en un modo de preguntar, pues ello permitió tocar las entrañas de Dios no como el eternamente lejano sino como centro de la propia existencia. El segundo, creó el encuentro entre el Evangelio y la vida. Ello implicó ponerse delante del texto, para encontrar su sentido y entender su trasfondo, paso necesario para interpretarlo y actualizarlo en la propia vida. Por ello, el punto de partida, tránsito y llegada fue el relato lucano del Hijo Pródigo. Su referencia y análisis hermenéutico, no solo permitió iluminar el significado del alejamiento, discernimiento y regreso del menor a casa, sino principalmente experimentar el abrazo misericordioso del Padre.
De esta manera la monografía ofrece una unidad metodológica llamativa y novedosa, a la vez que busca ser coherente y profunda. Una metodología que permite la acción transformadora del cristiano en su propio ambiente y le ayuda a superar el divorcio entre fe y vida. Aquella donde los tres momentos de la RdV, permiten descubrir la significación y objeto de la existencia, la razón de vivir, la propia personalidad y la misión en la sociedad desde una perspectiva de fe. Una metodología que permite completar la hazaña de hacer una teología actualizante, a través del método antropológico-trascendental, no solo desde un acercamiento a la categoría antropológica sino al encuentro entre Evangelio y vida. La misma que por sus rasgos ayuda a deconstruir y explicar el influjo del relato lucano sobre la construcción narrativo-autobiográfica de la autora, a través del proceso hermenéutico. Una metodología que, en su conjunto, siguiendo a Joseph Cardijn (1882-1967), permite experimentar el instante para observar, escuchar y analizar la realidad; comprenderla en profundidad con la razón y corazón (causas e historia); y contemplar en ella a Dios dejándose impactar por su presencia.
Unidad que además ofreció un elemento bisagra vivido por la autora: la experiencia de los Ejercicios Espirituales Acompañados de San Ignacio, EEA. Ellos sirvieron de modo de ayuda para el encuentro con Dios en la propia vida. Camino único e irrepetible de cada persona que se convierten en una experiencia que marca un antes y un después en quien los hace. | spa |