Colombia es uno de los países mas biodiversos del planeta con alrededor del 10% de toda la biodiversidad mundial. En Colombia las áreas protegidas son áreas de conservación in-situ, son las estrategias complementarias de conservación mas importantes que albergan gran parte del patrimonio ambiental y cultural del país. El área protegida de “El Silencio” (APES) es parte del patrimonio ambiental, cultural, histórico y arquitectónico del municipio de Circasia en el departamento del Quindío, la cual ofrece servicios ecosistémicos de gran importancia para el territorio y su comunidad. La falta de gestión ha permitido que presiones antrópicas como el aumento de la frontera agrícola, la caza, la tala y la disposición inadecuada de residuos por la comunidad, sean generadoras de impactos en sus ecosistemas perdiendo cada día sus coberturas boscosas, su calidad hídrica y su biodiversidad.
Con el fin de evitar que estos impactos se sigan presentando y que por el contrario se puedan restaurar los servicios ecosistémicos que ofrece el área, se formuló una propuesta de gestión ambiental para el área protegida de la finca “El Silencio (APES). Para cumplirlo se realizó una investigación cualitativa con un alcance descriptivo, por medio del levantamiento de fuentes primarias y secundarias de investigación. Estas fuentes permitieron desde una visión sistémica integral identificar los instrumentos de gestión ambiental, normativos y sociales para formular propuestas para la restauración e investigación en el área protegida de la finca “El Silencio”. De igual manera permitieron proponer estrategias de gestión para el desarrollo económico del área; estas estrategias incluyen proyectos de aprovechamiento sustentable de la biodiversidad, turismo de naturaleza y prestación de servicios ecosistémicos que generen recursos para promover su conservación y gestión en el tiempo.
Debido al desconocimiento de los instrumentos de gestión ambiental para la implementación de proyectos encaminados a la conservación y al desarrollo económico en áreas protegidas, se analiza esta propuesta de gestión del APES no solo como un caso que permite mejorar la calidad de sus servicios ecosistémicos, si no que además sirva como un instrumento de gestión para ser aplicado en otras áreas protegidas privadas y públicas. Esta estrategia complementaria de conservación podría ser una herramienta de gestión ambiental que permita ver el desarrollo económico en las áreas protegidas de nuestro país, como un instrumento necesario para promover y administrar la conservación de sus servicios ecosistémicos en el tiempo.