La presente investigación analiza la incursión de la UNASUR como observador electoral en la región y su papel en el proceso por contribuir a un nuevo regionalismo en Suramérica. Las misiones electorales de la UNASUR se convierten en una apuesta para la consolidación de los procesos de democratización en la región, pero también su accionar obedece a una estrategia para la búsqueda de autonomía en los procesos de observación electoral de otros organismos, específicamente frente la OEA, y en un instrumento de política exterior que se dirige al fortalecimiento de un proceso de integración de las características de la UNASUR.