El trasplante de médula ósea es una opción terapéutica que se ofrece a pacientes con cánceres hematológicos, con fines curativos o como medio para prolongar la vida, tratamiento en el cual interviene un grupo interdisciplinar pero que implica un alto riesgo de morbilidad y mortalidad, en relación a las complicaciones agudas (hasta el día +100 de trasplante) en el período postrasplante de médula ósea. La enfermera como agente principal de cuidado debe tener herramientas propias de la profesión que orienten la prevención y manejo de las complicaciones presentadas por los pacientes sometidos a trasplante de médula ósea, con el fin de mantener su calidad de vida.