Recientemente, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) determinó que los exintegrantes de los grupos paramilitares no son susceptibles de someterse a la competencia de esta justicia transicional en su calidad de actores armados. Lo anterior, de la mano con la tropezada labor del sistema de Justicia y Paz, conlleva una serie de retos para la garantía del derecho a la verdad de las víctimas de estas organizaciones. A lo largo de este documento se examina la determinación de la JEP y los desafíos del ingreso de dichos actores en su sistema.