Leibniz no era un filósofo despreocupado por los procesos históricos de su época. Su preocupación por su presente se revela, para nosotros, en un sistema metafísico encaminado a pensar el Acontecimiento en su versión cristiana. Acontecimientos de orden político, artístico y científico son pensados en su obra que, por dispersa que parezca, se estructura sistemáticamente en torno a las nociones de inclusión y posición, contingencia absoluta y necesidad hipotética, probabilidad e impredictibilidad, espontaneidad y libertad. Los vínculos entre estas siete nociones construyen un concepto del acontecimiento en el sistema de Leibniz. Este se da como aquello que incluido en cada sustancia, de manera hipotéticamente necesaria aunque absolutamente contingente y espontánea, nunca predecible con certeza absoluta, adviene a la posición.