El mercurio es un elemento que se encuentra en la Tierra de diversas formas, pero es el mercurio orgánico, especialmente el metilmercurio el que ha sido sujeto de investigaciones para comprobar sus efectos en la salud humana. Se ha investigado al metilmercurio debido a que se han presentado intoxicaciones en diferentes poblaciones que consumieron alimentos contaminados con este elemento, generando efectos negativos en la salud y particularmente en el sistema nervioso central. En los últimos años, la comunidad científica ha realizado investigaciones tanto en animales como en humanos para establecer los mecanismos de acción y los efectos del metilmercurio en el sistema cardiovascular, inmune, reproductor al igual que su posible efecto cancerígeno pero en la mayoría de estos, hace falta más evidencia para generar conclusiones finales. El principal vehículo de metilmercurio para el ser humano son los pescados y mariscos, sin embargo, no hay un nivel mundialmente aceptado sobre la cantidad de estos que se puede consumir a diario sin causar un efecto negativo. Diferentes países a nivel mundial han establecido valores de referencia para medir el mercurio en el cuerpo humano pero aún no hay un consenso sobre los mismos. Las recomendaciones de organizaciones internacionales, como la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), son seguir incluyendo el pescado como parte de la dieta habitual pero elegir aquellos con menor cantidad de mercurio.