Dentro de la complejísima Historia de Hispanoamérica en el siglo XIX, hay un conjunto perfectamente definido, que es el relativo al Brasil entre los años 1831 y 1889, conocido como el Segundo Imperio Brasileño. Durante esos 58 años el Brasil realizó su gran transformación nacional. En 1831 este país llevaba el mismo camino que la Gran Colombia y amenazaba fraccionarse en multitud de pequeñas repúblicas, seguramente más débiles que las del norte de Suramérica, pues Brasil tenía un bagaje colonial mucho más pobre. En 1889 Brasil era ya uno de los colosos de Hispanoamérica, con una enorme extensión territorial, dentro de unas fronteras definidas, un potencial demográfico apreciable, una conciencia nacional, y una economía en desarrollo. El cambio se había realizado precisamente durante el gobierno del emperador Don Pedro II.