Se hace necesario pensar en alternativas eficientes para que la acción de tutela no se convierta en un instrumento que paraliza los demás procesos que se están tramitando ante la administración de justicia, ya que, al tener un trámite preferente y al ser tan utilizada, en la práctica está congestionando y paralizando el curso y desarrollo normal de los demás procesos que allí se adelantan.