El crecimiento de la economía, liderado por los avances tecnológicos, científicos y el desarrollo en las grandes metrópolis que impulsan a su vez progreso en los países en vía de desarrollo ha generado una intensa lucha para estabilizar los mercados controlando el auge y el crecimiento económico de los países, pero a su vez incentivando la inversión en los diferentes mercados con la finalidad de obtener recursos que a su vez generen mayores ingresos para los ahorradores dependiendo del riesgo que deseen asumir. Es así como se estimula el aporte económico de los inversionistas, no solo invitándolos a confiar en el sector financiero sino también ofreciendo mayores ingresos y protección de sus derechos como consumidores y estableciendo un marco jurídico y administrativo dentro del cual esas entidades que se dedican a ejercer actividades propias del sector puedan actuar como agentes del mercado utilizando recursos de terceros sin incurrir en actos que extralimiten las facultades que les ha conferido la ley y los estatutos.