El proyecto habitacional social colectivo se plantea para enfrentar el déficit de vivienda del Área Metropolitana de Bucaramanga dentro de la revitalización urbana del barrio Chapinero a través de un modelo de desarrollo intra-urbano replicable que responde a un modelo de ciudad compacta que proporcione a sus habitantes calidad de vida respondiendo integralmente a sus necesidades, en un entorno que dé pie a la vida comunitaria y la organización laboral de los usuarios en torno a la producción. En el marco de un acelerado crecimiento demográfico de la ciudad de Bucaramanga, y debido a los altos costos de la tierra, se ha creado un boom demográfico asociado a la construcción de vivienda de interés social en las periferias sin la adecuada planeación integral. Al confrontarse con la estructura mono-centralizada de servicios del área metropolitana, cuya única centralidad se localiza en el centro de Bucaramanga, se genera un efecto de segregación socio-espacial, provocando una afectación negativa en la calidad de vida los usuarios por la necesidad de realizar largos desplazamientos hasta los centros laborales, equipamientos de educación, salud, cultura y recreación, entre otros. El proyecto se ubica en el barrio de Chapinero en el noroccidente de Bucaramanga, el cual surgió como una zona industrial y de acopio que no logró consolidación en el desarrollo urbano, provocando un sub-uso y deterioro de estas estructuras urbanas. Por su mismo carácter industrial, se aísla de la ciudad como un desierto mono funcional, inseguro, deteriorado, desestructurado, carente de vida urbana, espacio público y sistemas urbanos.