Luego de la muerte de una estudiante de mi facultad y la sorpresa de conocerla por medio de facebook, me empecé a cuestionar por los vestigios de la vida que dejamos a ojos de todo el mundo con acceso a internet, las nuevas posibilidades que la red nos brinda para expandir la muerte y como una tumba digital puede ser más que solo vestigios. De esta manera transcurre esta tesis que se pregunta por la posibilidad de apropiarse del legado digital y la ficción para volvernos eternos en Internet.