Este trabajo estudia la escena hardcore de la ciudad de Bogotá, con el objetivo de aproximarse a la comprensión de la relación entre las prácticas creativas y los sentidos de lo político que se han presentado en ese espacio, en un período que comprende la década pasada, centrándose en un grupo concreto de tendencias anarquistas, adscrito a diferentes organizaciones políticas y al movimiento social. Preliminarmente, se podría decir que la relación entre música y política es determinante para la comprensión de las prácticas de dicho grupo. Empero, la indagación realizada a través de archivo y entrevistas le dio ciertos virajes a la investigación, que constituyen aportes diferentes a los enfoques que han abordado esta clase de grupos musicales en los Estudios Culturales. A través de la entrevista etnográfica y la autoetnografía, se han reconstruido los relatos de vida de diferentes personajes, utilizándolos para la elaboración de ciertos relatos específicos, relativos a la vida musical, política y creativa, tomando como categoría transversal la afectividad, en sintonía con el diálogo entre el giro afectivo y los Estudios Culturales. Ya no se trata de describir, clasificar, romantizar, o hacer un trabajo apologético al hardcore, se trata de problematizarlo con lupa crítica, para mostrarlo como un lugar de carne y hueso donde la afectividad y las relaciones personales tienen una importancia categórica, que pasa desapercibida detrás de los velos de una política anquilosada de voces autorizadas, y de una música que mueve y conmueve pero que obedece a los intereses de los involucrados.