El artículo busca aportar a la historia de las relaciones entre cristianismo y cambio político-social a partir de un análisis a la llamada Cédula del común, panfleto escrito en verso, cuya autoría se atribuye a un fraile dominico, difundido entre los Comuneros que participaron en el levantamiento de mayo de 1781 contra las autoridades del Virreinato de Nueva Granada. Plantea la hipótesis de que, en sociedades signadas por el cristianismo, lo religioso puede ser un poderoso germen y animador de los movimientos políticos sociales, o un instrumento de las autoridades, para contener y disolver tales movimientos.