Los pacientes sometidos a trasplantes de órgano sólido tienen mayor riesgo de desarrollar patologías ma-
lignas e infecciosas en relación con la magnitud y el tiempo de la terapia inmunosupresora. Las infecciones
cutáneas son una de las complicaciones más usuales en este tipo de pacientes, siendo las verrugas virales la
presentación clínica más frecuente, causadas por el virus del papiloma humano, un virus ADN perteneciente
a la familia de los
Papillomaviridae
, del cual existen cerca de 100 serotipos, algunos conocidos con alto
potencial oncogénico, conun elevado riesgo de desarrollar malignidad a nivel anorrectal o cervical. Rara vez
estas lesiones se manifiestan antes del primer año del trasplante y su frecuencia aumenta en relación directa a
la antigüedad del trasplante, hasta afectar cerca del 80% de los pacientes tras el quinto año postrasplante. En
general logran ser tratadas exitosamente con tratamientos convencionales, como crioterapia, curetaje y algu-
nos compuestos tópicos como retinoides, imiquimod y, recientemente, se han descrito casos de tratamiento
exitoso con cidofovir. Se describe un caso el cual fue refractario al tratamiento convencional y en que se
plantean nuevas estrategias de manejo.