Bogotá lleva varios años lidiando con las consecuencias del deterioro ambiental de los cuales todos los humanos hemos sido parte. Sin embargo, el peor problema en la actualidad es el desinterés y desinformación de la población, factor que acaba con los ecosistemas naturales sin tener en cuenta el ambiente ni las otras especies. Paralelamente tiene que verse en la actualidad cómo se está tratando este tema del deterioro ambiental. Las barreras en las zonas de reserva, los techos verdes y los bombillos ahorradores ya son temas de la década pasada. Lo que se quiere ahora es vincular a la población con los ecosistemas, aumentar la resiliencia de la zona y crear verdaderas sociedades ecológicas que piensen en las demás especies y en su futuro, en un marco cultural de cuidar y proteger el ecosistema del cual hacen parte. En este proyecto, en un primer acercamiento se plantean los biotopos para aumentar la resiliencia a través de la variabilidad y capacidad de adaptación, utilizando estratégica y metodológicamente la consiliencia para resolver la problemática desde una perspectiva multidisciplinar, y en segundo lugar estos disminuyen, mitigan y absorben el cambio a partir de la rehabilitación de ecosistemas. En una segunda escala se plantean especies naturales y arquitectónicas para ayudar el desarrollo de los biotopos y ayudar a relacionar las diferentes especies, a través del hábitat, la tecnología y la educación de la población alrededor de esta problemática.