La configuración del sistema internacional basado en los principios de un discurso ético-universal de los derechos humanos, ha implicado la exclusión de las particu-laridades de algunas sociedades, generando una deslegitimación de los preceptos culturales que tiene estos, debido a que se concibe que en sus prácticas internas realizan acciones que limitan o niegan los derechos y principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.