Desde los principios de su existencia, la humanidad se interesó en los símbolos. Las pinturas que admiramos en la Cueva de Altamira son símbolos y pertenecen a los tiempos primeros de la humanidad. Los jeroglíficos que adornan los monumentos del antiguo Egipto pertenecen también al orden simbólico y testimonian el interés que la humanidad ha tenido siempre por los signos (1). Los ritos, los adornos, los distintivos de las clases sociales, son símbolos que encontramos ya en las sociedades más primitivas.