La presente investigación tuvo como objetivo observar cómo se reconocen y movilizan los
malestares asociados a las violencias ligadas a la condición de ser mujer, teniendo el cuerpo
como centro, a partir de la implementación de un dispositivo de encuentros psicosociales
virtuales.
La metodología utilizada fue Investigación Colaborativa, la cual permitió construir
conocimiento mediante el intercambio reflexivo con las participantes, quienes cumplieron un
papel como sujetas y agentes de cambio, lo que implicó que se dieran procesos de aprendizaje,
transformaciones y crecimiento colectivo.
Se destaca la potencia transformadora que tiene el trabajo con el cuerpo en las mujeres, pues
fue posible recordar y reconocer aquellas experiencias y vivencias que a lo largo de la vida
configuraron su identidad. A su vez, se transformaron las relaciones con los diversos escenarios
de violencia desde procesos de resignificación y empoderamiento.
Por último, la acción movilizadora del trabajo colectivo se logró en tanto se reconocieron
como pertenecientes a un sistema de opresión, al cual resisten desde la unión. La investigación
tuvo en cuenta las necesidades contextuales, grupales y del entorno.