dc.description.abstract | Por más de cinco décadas, Colombia ha atravesado un conflicto armado interno en el que se ha propogunado infracciones al Derecho Internacional Humanitario y a los derechos humanos, debido a que la población civil cada vez se encuentra más inmiscuida en una guerra que constantemente vulnera sus derechos. A su vez, el ejercicio de poder y la necesidad de control social ha supuesto el ejercicio de violencia sistemática sobre las mujeres. En este sentido, el cuerpo de la mujer se convierte en un componente de guerra como repercusión a los múltiples actos de violencia a los que son sometidas. La violencia sexual, la desaparición forzada, la tortura, entre otros, son los efectos directos de un ejercicio de poder sobre las mujeres con el propósito de lograr la coacción del enemigo en la medida que representa el modelo hegemónico de la masculinidad. No obstante, la agenda legislativa de Colombia cuenta con un amplio espectro normativo a la luz de las determinaciones de los regímenes internacionales, más específicamente de la Declaración y Plataforma de Beijing, empero, los registros de infracciones a los derechos de la mujer continúan siendo repercusiones de discriminación y de una falla institucional colombiana. Por tal motivo, al momento de responder ante los requerimientos y denuncias de las mujeres víctimas de violencia sexual con ocasión en el conflicto armado, estas continúan viéndose envueltas en un cuadro de invisibilización, mutismo y olvido. | spa |