Este trabajo describe las redes informáticas como espacios facilitadores de la llamada inteligencia conectiva, y como uno de los caminos posibles y adecuados para que la Iglesia afronte mejor los desafíos de la nueva cultura, denominada también sociedad de la información. El aporte original de este trabajo consiste en estudiar y hacer operativo, por primera vez, el concepto inteligencia conectiva en contextos eclesiales (destacando sus ventajas al servicio de la pastoral) y ofrecer algunos instrumentos para su detección. La metodología utilizada se inspira en los nuevos métodos de la etnografía del ciberespacio o etnografía de redes, y utiliza algunas herramientas del análisis de redes sociales (ARS), desarrollado últimamente, muy en particular en ambientes académicos de lenguas española, portuguesa y catalana.