La imposibilidad de vivir de una forma distinta a los desarrollos habitacionales en Bogotá de los últimos 50 años, sumado a una profunda inquietud por saber cómo funciona la voluntad y el deseo en la forma en la que verdaderamente queremos habitar, son el inicio de este trabajo de grado, el cual se apoya en las múltiples formas de vida que existen, en argumentos filosóficos, y en la historia, para comprender como la creación de vivienda poco a poco ha aumentado el déficit cualitativo y no ha suplido de forma correcta el déficit cuantitativo. A través de la evaluación de la promesa y la realidad construida en los proyectos de vivienda moderna en Bogotá a partir de la década del 50, se identifica el centro como el lugar ideal que ha acumulado una variedad de promesas aisladas sin visión de conjunto. La propuesta del nuevo límite no busca solo suplir carencias habitacionales, sino brindar una infraestructura para que la perspectiva de un centro dividido se difumine en una nueva de un sistema dinámico y activo, que reúna y exprese las múltiples formas de vida del contexto inmediato y que a su vez vincule la vida urbana con la natural, brindando así una reflexión y una forma completamente diferente de concebir y planear el espacio habitacional.