Los flujos migratorios que hoy se perciben de manera masiva en Estados Unidos han demostrado diferentes respuestas posibles a las condiciones internas de países como El Salvador, las cuales llevan a que la migración sea una necesidad, pero también a respuestas colectivas al interior de los municipios. Es así cómo los proyectos comunitarios empiezan a tener peso en la organización colectiva de El Salvador y esto no cambia con el hecho migratorio de algunos/as de sus miembros. Lo anterior abre un campo de análisis poco explorado en las Relaciones Internacionales, pues la transnacionalización que se da como producto de la migración suele verse de manera economizada, incluso cuando parte de un proceso humano y social como lo es la migración. Es de esta manera que abordar las diferentes concepciones de transnacionalización, redes migratorias y acción colectiva permitirían aproximarse a los proyectos comunitarios locales y transnacionales que pueden tomar diferentes formas y que responden a una historia de flujos migratorios, enmarcada en cuatro etapas. A razón de la intención del texto de analizar la manera en la que los flujos migratorios influyen en la transnacionalización de los proyectos comunitarios en El Salvador será preciso hacerlo por medio de un análisis narrativo de tres organizaciones comunitarias el Comité de Amigos de Santa Elena, la Asociación de Josefinos Unidos en Los Ángeles y el Comité de Inmigrantes de Santa Marta, ya que se puede visibilizar que aunque todos las experiencias colectivas transnacionales son diferentes parten del mismo punto: la migración de algunos de sus miembros.