En la sociedad contemporánea la tecnología acapara cada vez más aspectos de la vida cotidiana, permeando nuestras actividades desde el inicio del día hasta el final. La gran mayoría de la tecnología avanzada funciona con algoritmos, o pasos, que mediante lenguajes de programación indican a los agentes inteligentes qué acción tomar en distintos contextos. Lastimosamente, la tecnología es capaz de reflejar creencias personales y sesgos que pueden ser o no intencionadamente transmitidos mediante los algoritmos a las máquinas.
Utilizando la teoría de Cass R. Sunstein y Richard Thaller expuesta en "Un pequeño empujón" podremos detectar esos sesgos y examinarlos, determinar estrategias adecuadas para mitigar su expansión y efectos sobre la sociedad, la economía y los individuos a nivel de construcción personal y anímico. Con el análisis de estos sesgos propongo un marco ético de desarrollo, y un plan educativo para todo ciudadano, con el fin de que se permita y procure que la tecnología sea "humanocéntrica". En esta propuesta permean las ideas de Luciano Floridi y Adela Cortina, y se examina la tecnología desde las perspectivas de Byung-Chul Han y Shoshana Zuboff.