Este artículo es una mirada personal que, a partir de reconocer la complejidad del mundo y su dinámica, así como sus grandes dificultades y brechas, pretende ser optimista y creer que es posible volver a responsabilizarnos de las circunstancias y volver a ser mejores profesionales, personas y ciudadanos. Múltiples teorías buscan explicar las relaciones y comportamientos del hombre dentro de la sociedad y cómo los determinantes afectan la salud de las personas. La salud bucal debe interpretarse como parte del derecho a la salud y debe aportar al bienestar integral de las personas, no sólo atender las afecciones o enfermedades. Por ello no es suficiente contar con políticas públicas, sino que es esencial un talento humano con formación más completa y sólida, que le permita comprender la realidad de la que hace parte y adquirir habilidades para analizar, transformar, racionalizar y, sobre todo, aplicar su conocimiento en el mejoramiento de su sociedad.