Desde el surgimiento mismo del islam en la península arábiga, este se ha presentado como
una amenaza a los valores estructurales cristianos y democráticos del continente europeo. Se
ha construido un proceso de confrontación que ha enfrentado a cristianos y musulmanes y ha
fomentado un sentimiento de rechazo por parte de los ciudadanos europeos.
En la actualidad, diversos movimientos y partidos políticos se alimentan de estos temores
construidos a lo largo del tiempo con el fin de movilizar a los votantes en nombre de la
seguridad, provocando segregación y censura de las comunidades musulmanas, que han
experimentado la radicalización de cientos de sus miembros ante estas acciones.
Lo anterior ha desatado el recrudecimiento una ola de violencia en años recientes que
pareciera no tener una solución en el futuro cercano, así como su desarrollo contemporáneo
en diferentes países europeos, así como su importancia para el panorama social y político
actual. Se concluye con algunas propuestas como son la apertura de nuevos espacios para la
discusión política y la integración social para mitigar el desarrollo de la islamofobia en la
Europa contemporánea.