Si los seres humanos con sus cinco sentidos en pleno funcionamiento logran explorar su entorno de manera mucho más efectiva a si tan solo contaran con dos o tres de ellos ¿por qué no pensar que en los productos cinematográficos pueda ocurrir lo mismo? Vale la pena la creación y el diseño de una nueva modalidad de experiencia audiovisual que permita que el espectador pueda percibirla no solo por medio de la vista y el oído, sino con todos sus sentidos, para más adelante descubrir si efectivamente esto mejora o, por el contrario, deteriora la experiencia tradicional de consumir cine. Cada individuo sacará sus propias conclusiones, pero hay que intentar abrir la ventana a la exploración de nuevas alternativas en pro del perfeccionamiento cinematográfico continuo.