A finales de 2015, Uber se había convertido en un fenómeno global gracias a la rapidez, seguridad y eficiencia de su servicio, con más de un millón de conductores activos, y operando en más de 70 países y 330 ciudades a nivel global. La organización fue aceptada rápidamente por los usuarios y fue considerada más valiosa que dos tercios de las empresas de la lista de Fortune 500. Así mismo, fue acreditada junto a otras start ups bajo la denominación de economía de la demanda, en la que personas utilizan sus teléfonos inteligentes para conectarse a una fuerza de trabajo distribuida y activa que entrega un considerable número de servicios, desde comidas hasta servicios personales de varios tipos.
Como señalamos, en poco tiempo, Uber había logrado presencia en diferentes países alrededor del mundo, razón por la cual nos enfocaremos en el fortalecimiento de su marca a través de una mejor gestión de sus relaciones con sus aliados estratégicos (stakeholders), lo que permitirá que
siga liderando el mercado como una empresa de carácter global responsable socialmente, y comprometida con el bienestar de sus usuarios y socios en general.
En este contexto, planteamos la implementación de estrategias de expansión, crecimiento y consolidación de la marca a nivel mundial, las cuales permitirán a Uber fortalecer su ventaja competitiva y que esta sea sostenible en el tiempo, puesto que, luego de haber realizado un análisis, sabemos que enfrenta actualmente una serie de limitaciones tanto operativas como funcionales que dificultan el acceso a nuevos mercados. Asimismo, su marca se ha deteriorado a causa de diversas acusaciones que generan una percepción de que la organización es una empresa de gran alcance solamente interesada en ingresar a cada mercado de cualquier manera y sin ningún inconveniente regulatorio que cumplir.